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5 Barreras al Desarrollo de la Eficiencia Energética Edificatoria

En la actualidad, se habla con mucha frecuencia de eficiencia energética en los edificios, edificios de alta eficiencia energética, edificios de consumo de energía nulo o casi nulo… pero la desoladora realidad es que parte de los profesionales englobados en el sector de la edificación (arquitectos, ingenieros, proyectistas, promotores, constructores…) desconocen los principios en los que se basa la concepción de un edificio eficiente: que no consuma energía o que consuma muy poca, confortable, bien diseñado, correctamente ejecutado…

Lo cierto es que, en determinados países o regiones, existen barreras importantes a la hora de implantar e incorporar la eficiencia energética en el diseño, construcción y rehabilitación de edificios e inmuebles. 

Como puede observarse, las tecnologías existentes no constituyen una barrera, más bien lo contrario, se convierten en oportunidades.

A continuación se analizan los diversos factores mencionados: 

  • Falta de concienciación: la ciudadanía no posee información ni formación adecuada y suficiente en materia de ahorro y eficiencia energética, lo cual le hace recelar de las posibles opciones y propuestas que se les hace llegar. Los planes formativos no incluyen esta materia, la Administración no suele informar adecuadamente, y los Planes de Implantación (con subvenciones, ayudas…) que esta última desarrolla no realizan acciones globales en la mayoría de los casos, sino solamente localizadas y puntuales (sustitución de ventanas, de bombas de calor, de calderas…), no llegando a insertar en el usuario una conciencia y cultura adecuada en ahorro y eficiencia energética edificatoria. 
  • Conocimientos técnicos: muchos técnicos no poseen suficiente formación, no saben qué tecnología o estrategia emplear, y si la conocen, no saben cómo implementarla y controlarla. Es más, la formación que solicitan y reciben está relacionada con el manejo de software informático para certificación energética o cumplimiento de normativa, sin saber los fundamentos en los que se basa el comportamiento energético de un edificio, y sin conocer en profundidad el origen, utilidad y rentabilidad de las medidas de ahorro o eficiencia energética que emplean. Por tanto, en no pocos casos se seleccionan medidas de ahorro energético de efectividad nula o muy baja. 
  • Credibilidad de los ahorros previstos: este factor va unido a los anteriores, y es de los más importantes; el ciudadano no se cree los ahorros que le prometen, ni tiene claro que el dinero que va a invertir sea retornado en el plazo previsto. Hay estudios que afirman que más del 50 % de los usuarios que venden, compran o alquilan un inmueble, piensan que la certificación energética no tiene utilidad alguna; es más, ni siquiera saben lo que se está haciendo. Lógicamente, esto conlleva que el usuario, en la mayoría de los casos, no valore el servicio prestado, seleccionando al técnico redactor en función de los honorarios que cobre, sin tener en consideración la formación y conocimientos del mismo, o la calidad de la actuación que vaya a desarrollar. Asimismo, esto desemboca en que el técnico en ocasiones ni siquiera visite el inmueble que certifica, con el objeto de reducir sus honorarios; lo cual, a su vez, redunda en que el usuario no le otorgue valor real al servicio prestado, pensando que es simplemente una carga o “impuesto” más al que debe hacer frente. En suma, “una pescadilla que se muerde la cola”.
  • Criterios financieros: la falta de credibilidad mencionada hace que las entidades bancarias no faciliten el crédito a operaciones de ahorro y eficiencia energética.
  • Capital disponible: la baja o muy baja concienciación del usuario hace que dé prioridad a otras cuestiones mucho antes que al ahorro y eficiencia energética de su edificio o inmueble, cuando precisamente este tipo de actuaciones se convierte en una inversión, que le permitirá disponer en un futuro de más capital para dedicar a otras cuestiones.

Lo recomendable y efectivo es comenzar adquiriendo los conceptos básicos de la energética edificatoria, esto es, la disciplina que estudia los mecanismos de transferencia energética entre el edificio y su entorno. Dicho conocimiento servirá de base para asimilar las medidas y estrategias a emplear cuando se pretenda concebir edificios de alta eficiencia energética, o bien edificios de consumo de energía nulo o casi nulo, sin perder de vista la rentabilidad económica y la sostenibilidad de los mismos.

© Luis Gala González

Arquitecto y Project Manager (PMP® & ACP®) Especialista en Eficiencia Energética e Instalaciones